Un postre sencillo, con color y mucho sabor. Sobre una base de queso fresco Mató, disponemos las fresas que préviamente hemos macerado en vinagre de merlot y culminamos con un poco de miel.
Para macerar las fresas, símplemente las cortamos en trozos, las ponemos en un cuenco, las rociamos con un poco de vinagre de merlot y lo dejamos macerar durante unos 20 o 30 minutos. Si las dejamos un poco más de tiempo, tampoco pasa nada. Lo ideal es preparalo antes de empezar a comer y las tenemos listas a la hora del postre.
Fresas con mató y miel
Responder