Para este aperitivo, primero hacemos las gambas al ajillo de forma clásica, luego pincelamos las gambas con la salsa agridulce y picante tailandesa, ensartamos cada gamba en una brocheta y terminamos con sésamo tostado. La salsa tailandesa «sweet chilli sauce» puede encontrarse en tiendas especializadas en comida internacional, como por ejemplo en Delishop.